Las técnicas de insuflado relacionadas con el aislamiento térmico consiste en inyectar un material aislante a granel mediante aire a presión en las cavidades de las paredes. Este material se introduce a través de perforaciones que se realizan previamente en dichas cavidades, las cuales se rellenan completamente.
Esta técnica es una de las que usamos con más frecuencia en Provaiser para la rehabilitación energética de las viviendas. Sobre todo, es muy útil para aislar e impermeabilizar las cubiertas en Valencia, fachadas, suelos, conductos, tabiques, o incluso falsos techos, ya que se puede aplicar tanto en interiores como en exteriores sin necesidad de recurrir a complicadas obras.
¿Cómo se aísla una vivienda mediante el insuflado?
Como ya hemos comentado, se trata de introducir bajo presión el material aislante a través de perforaciones realizadas en techos, suelos o paredes. Estas aperturas son pequeñas, de 2 a 4 cm cada una, y se realizan cada 1 o 2 metros hasta cubrir toda la superficie. De esta manera, el material crea un manto compacto sin fisuras dentro de las cavidades, lo que impide que el viento circule por la cámara de aire del interior.
El material que utilizamos como aislante debe ser a granel y en fibra, de manera que la máquina de inyectado pueda triturarlo y transportarlo hasta la cavidad utilizando para ello aire a presión. Debe tratarse de materiales que tengan una resistencia térmica adecuada para ser utilizados como aislante. Además, estos materiales deben ser permeables, porque deben permitir que el vapor de agua que se genera en el interior fluya hacia el exterior.
Estos materiales pueden ser celulosa, lana mineral o lana de roca. La celulosa es un material muy ecológico que proviene del papel reciclado, y cumple con todas las características mencionadas anteriormente. Por su parte, la lana de roca presenta una conductividad térmica muy baja y, además, es incombustible. La lana mineral también es incombustible, pero tiene mayor resistividad térmica.
Sea cual sea la elección, el resultado será un aumento considerable en el aislamiento de un inmueble en Valencia y la disminución drástica de la circulación del aire a través de las paredes, techos y suelos, que acaba entrando por las persianas, fisuras en los marcos de puertas y ventanas, o por algún defecto en la construcción o estructura del inmueble.
Al finalizar el proceso, se cierran todos los agujeros que se realizaron mediante el uso de yeso o morteros especiales, según sea el material de las paredes, cubiertas o fachadas.
¿Cuánto tiempo tarda la técnica del insuflado?
Este tipo de aislamiento es la solución más fácil y cómoda de aislar un inmueble. Para inyectar el material no hace falta recurrir a obras ni remodelaciones, por lo que se puede aplicar en menos de 24 horas y con las mínimas molestias y así obtener todos los beneficios del aislamiento térmico y acústico desde el primer día.
Otra enorme ventaja de este sistema es que no se pierde espacio, sino que se aprovecha el que ya existe en las cámaras de aire.
¿Qué requisitos debe cumplir una vivienda?
Lo fundamental es que se trate de un edificio con fachada de doble hoja, también conocida como fachada con cámara. Esto quiere decir que debe existir una cavidad interior, o cámara de aire, ya que es allí donde se procede a inyectar el material.
Este tipo de construcción es muy común desde la década de 1930 hasta la actualidad. Por eso, esta técnica puede aplicarse en falsos techos, suelos flotantes, paneles, cubiertas, tabiques medianeros, cajones de persianas, etc.
Por estos motivos, el aislamiento insuflado es uno de los más económicos, cómodos y rápidos de aplicar. Es muy recurrido para aislar térmicamente hasta los espacios más difíciles, como fachadas de edificios o cubiertas, y ayuda a evitar pérdidas energéticas, de modo que se consigue la rehabilitación energética de los inmuebles.