El precio del gas ha alcanzado cotas elevadísimas en los últimos meses. Durante la primavera y el verano, la preocupación no ha sido excesiva, dado que los hogares no precisan de calefacción. Sin embargo, con la proximidad del invierno, la intranquilidad no ha hecho más que acrecentarse. La calefacción de gas natural es un elemento que hace muy confortable una vivienda, pero, para que la factura de su consumo no sea astronómica, hay que poner en marcha algunos trucos útiles. Por eso, en este artículo vamos a dar una serie de consejos para reducir la factura del gas.
8 trucos para ahorrar en la factura de gas este invierno
Las medidas del Gobierno no son suficientes y las compañías energéticas no dejan de subir los precios de sus tarifas. Por mucho que se intente elegir la tasa más económica, la realidad es que, en dos años, el precio del gas se ha incrementado un 361 %. Estos son algunos consejos para reducir el consumo y, por tanto, el coste de la factura de este suministro:
Ajustar la temperatura de la calefacción
Lo más recomendable es tener un termostato inteligente. Este se puede programar para que la calefacción se encienda cuando la temperatura baje de 21 ºC. Además, la casa nunca debe estar a más de 23 ºC, puesto que cada grado de más eleva el consumo un 7 %, aproximadamente. En caso de no contar con termostato, se debe estar vestido con pijama de invierno, de manera que el cuerpo pueda mandar un mensaje de «calor» cuando haya más grados de los sugeridos.
Es posible que en años anteriores acostumbrásemos a establecer la calefacción a 24 ºC o, incluso, 25 ºC. Si este año queremos evitar que la factura del gas tenga más ceros que nuestra cuenta corriente, tendremos que renunciar a ello.
Aprovechar las horas de sol
No hay nada mejor que una casa luminosa. ¿Por qué no aprovechar más ese sol del que tanto se huye en verano? Es buena idea subir las persianas en las estancias donde incidan los rayos, para prescindir de la calefacción durante esas horas y que la temperatura ambiente sea cálida durante más tiempo. Esta es, sin duda, una de las formas más sencillas de reducir la factura del gas todos los meses.
Cerrar las estancias deshabitadas
Si se trata de una casa de dos plantas, pero solo se utiliza una, no se debe tener puesta la calefacción en las habitaciones donde no se suele estar. Para que el calor de la parte habitada no se escape, hay que mantener las puertas cerradas.
Cada radiador cerrado reduce considerablemente el consumo de gas en nuestra vivienda de Valencia. No necesitamos calentar las habitaciones que no usamos, por lo que podemos evitar tirar el dinero en calentar esas estancias.
Ventilar la vivienda rápidamente
La sensación que proporciona el aire purificado es, sin duda, muy agradable. Sin embargo, en invierno conviene abrir las ventanas en las horas centrales del día, cuando no hace tanto frío, y mantenerlas abiertas el menor tiempo posible. Puede parecer irrisorio, pero en los meses más duros del invierno, es muy difícil que la temperatura en casa pueda subir por si misma sin ayuda de la calefacción, por lo que debemos evitar que baje siempre que nos sea posible.
Revisar la caldera
Un mal funcionamiento de este electrodoméstico conlleva un consumo eléctrico y de gas más elevado. Es recomendable realizar las revisiones oportunas para detectar fallos a tiempo.
Aislar puertas y ventanas
En la actualidad, el PVC se posiciona como un material más aislante que el aluminio. También se pueden colocar burletes en puertas y ventanas con el fin de evitar que se filtre el aire, el frío y la humedad.
Limpiar la cocina de gas
Cada vez son más frecuentes las cocinas con vitrocerámica. Pero las cocinas de gas siguen existiendo y precisan de un funcionamiento óptimo para que la comida se cocine mejor y el consumo sea menor. Se deben limpiar los quemadores adecuadamente, para que la combustión sea correcta.
Descubrir los radiadores
La idea de usar el radiador para secar la ropa es buena, si no fuera porque supone un obstáculo para distribuir el calor a lo largo de toda la estancia. Los radiadores deben estar descubiertos y lo más a la vista posible, en lugares estratégicos, de modo que no tarden mucho tiempo en caldear la habitación.
Hemos dado muchos consejos a lo largo de este post pero, si tenéis que seguir solo uno, que sea este. No hay nada peor que gastar el dinero en tener unos radiadores encendidos que no están calentando la casa porque tienen ropa encima. Si tenéis intención de reducir la factura del gas, no lo dejéis pasar.
¿Vas a empezar a ahorrar y reducir la factura del gas?
Si queremos evitar que nuestros ahorros desaparezcan por culpa de la factura del gas, debemos trabajar en mejorar nuestro hogar para reducir los cambios bruscos de temperatura.
En definitiva, el precio del gas es un inconveniente para encarar el invierno. Para ello, hay que aplicar los trucos enumerados, que aminoran el consumo y mitigan el impacto negativo en la economía doméstica que esta situación está conllevando y, en definitiva, conseguir reducir la factura del gas.
