El término passivhaus o vivienda pasiva cada vez está más de moda. Este tipo de viviendas han elevado su precio y ofrecen todo tipo de ventajas pero, ¿sabes ya qué es una vivienda pasiva?

Las viviendas pasivas de Valencia forman parte de un estándar mínimo voluntario para la vivienda sostenible que minimiza el impacto ambiental del edificio. Este estándar produce edificios ultraeficientes que requieren poca energía para mantenerlas frías o calientes. Al igual que existe esta certificación, podemos encontrar un estándar mínimo similar, Minenergie-P, usado en Suiza al igual que en otros países de todo el mundo. El término pasivo significa que el edificio no requiere la gestión activa del calor o el aislamiento para preservar la comodidad de los ocupantes. La instalación de viviendas pasivas se clasifica en diferentes tipos que vemos a continuación.

Características de una vivienda pasiva

La vivienda pasiva completa es aquella donde el consumo de energía está optimizado. Este tipo de instalación nos ofrece aire acondicionado, calefacción por aire central, iluminación automática y cableado eléctrico de alto grado. El consumo de energía también se optimiza a través de la ingeniería eficiente, el aislamiento y la conservación del agua. Puede incorporar sistemas de calefacción y de refrigeración geotérmicos. Este tipo de edificio también ha reducido los costos de mantenimiento y operación y nos ofrece una factura de energía reducida.

Vivienda pasiva en Valencia

Los edificios mixtos incluyen sistemas pasivos completos y parciales. Las características pasivas de la instalación se combinan con las activas, generalmente en forma de sistemas de aislamiento de control climático. Estos sistemas nos ayudan a conservar la energía. Como es posible regular la temperatura, el edificio proporciona algo de calefacción y refrigeración. Si necesitas más ayuda en ese sentido, puedes consultar nuestros consejos para evitar el frío en casa.

Las casas pasivas son edificios diseñados para conservar energía. A menudo contienen un núcleo central donde se ubican los componentes críticos del sistema y que minimiza el consumo de energía. Estos edificios también se denominan casas verdes. Pueden contener una estructura individual o de varios pisos y, generalmente, se construyen en una losa de concreto.

La casa pasiva está construida con una variedad de diseños. Hay varios tipos, como a dos aguas, rectángulo y elástico. Para cada diseño, el edificio está diseñado para hacer el mejor uso del espacio disponible. El área del piso se maximiza y las entradas están al nivel de los ojos para facilitarnos un mantenimiento y una limpieza más fácil. También se usan tragaluces techados para proporcionarnos ventilación natural y garantizarnos el máximo brillo dentro del edificio.

Una casa pasiva típica tiene un garaje adjunto a la casa para mayor seguridad y comodidad. La puerta del garaje se puede levantar y abrir desde el interior de la casa, mientras que, con garajes tradicionales, las puertas deben levantarse manualmente desde el exterior. Algunos edificios incluso tienen unidades de aire acondicionado instaladas dentro de la estructura para la comodidad de los ocupantes.

Características de casas pasivas

Hogar y confort

Si bien es cierto que a menudo las técnicas pasivas son consideradas no interactivas, la verdad es que existen ciertos controles necesarios para que el proceso sea lo más amigable posible. Por ejemplo, un edificio puede utilizar la energía solar para la calefacción y el aire acondicionado. Los sistemas de cierre automáticos se utilizan cuando las puertas y las ventanas están cerradas, y se pueden programar electrodomésticos, como lavadoras y secadoras, para que se apaguen automáticamente tras un período de tiempo preestablecido. Algunos edificios contienen un pequeño sistema de ventilación mecánica, y las cortinas son empleadas para que la temperatura del exterior entre en el interior del edificio.

En definitiva, el concepto de vivienda pasiva no es nada nuevo, pero los recientes avances en la tecnología han hecho posible la creación de edificios de alta eficiencia y bajo consumo de agua. Algunas personas optan por alquilar sus propiedades, mientras que otros viven en ellas a tiempo completo o las utilizan como segunda residencia. Podemos encontrar una amplia gama de casas pasivas y propiedades disponibles para elegir, por lo que debe ser fácil encontrar una propiedad que funcione bien para nuestras necesidades.

Comparación entre viviendas pasivas y tradicionales

La diferencia fundamental entre viviendas pasivas y tradicionales radica en su enfoque hacia la eficiencia energética y el impacto ambiental. Mientras que las construcciones tradicionales pueden no ser diseñadas con un enfoque primordial en la sostenibilidad o el ahorro energético, las viviendas pasivas incorporan principios de diseño avanzados para minimizar la necesidad de calefacción y refrigeración.

Eficiencia: Las viviendas pasivas consumen hasta un 90% menos de energía para calefacción y refrigeración en comparación con casas tradicionales. Esto se debe a su excelente aislamiento, hermeticidad, y el uso de ventanas de triple acristalamiento que reducen significativamente las pérdidas de calor.

Mantenimiento: Aunque el coste inicial de construir una vivienda pasiva puede ser mayor, los ahorros a largo plazo en facturas de energía superan esta inversión inicial. En contraste, las viviendas tradicionales, aunque más baratas al principio, tendrán costes operativos y de mantenimiento más altos a lo largo del tiempo.

passivhaus características

Confort: El confort es una prioridad en las viviendas pasivas. La temperatura interior se mantiene constante gracias a la masa térmica del edificio y a la ventilación mecánica con recuperación de calor, lo que elimina las corrientes de aire frío y los puntos fríos típicos de las viviendas tradicionales.

Impacto ambiental: Este tipo de casas tienen un menor impacto ambiental debido a su reducido consumo de energía y la posibilidad de incorporar fuentes de energía renovable. Las casas tradicionales, por otro lado, dependen más de los combustibles fósiles para calefacción y refrigeración, contribuyendo a mayores emisiones de carbono.

El papel de la tecnología en las viviendas pasivas

La tecnología es un pilar fundamental en el concepto de vivienda pasiva, integrando soluciones avanzadas para maximizar la eficiencia y el confort. Elementos como la domótica permiten a los ocupantes controlar el ambiente interior con precisión, ajustando automáticamente la ventilación, la calefacción, y la iluminación según sea necesario.

Domótica: Sistemas inteligentes que gestionan el uso de la energía en la vivienda, optimizando la calefacción, refrigeración, y la iluminación, lo que reduce el consumo energético sin sacrificar el confort.

Ventilación mecánica con recuperación de calor (VMRC): Este sistema asegura una calidad de aire interior óptima sin perder calor, reciclando la energía térmica de la ventilación.

Energía solar: La integración de paneles solares fotovoltaicos y solares térmicos en viviendas pasivas permite la generación de energía limpia, reduciendo aún más la dependencia de fuentes de energía no renovables.

¿Qué es una passivhaus?

Certificaciones y estándares

Las viviendas pasivas están sujetas a certificaciones y estándares rigurosos que aseguran su eficiencia y sostenibilidad. Estos estándares varían a nivel mundial, pero todos comparten el objetivo común de reducir el consumo energético del edificio.

Passivhaus: El estándar Passivhaus es uno de los más conocidos y aplicados internacionalmente, exigiendo que las viviendas consuman menos de 15 kWh/m² al año en calefacción y refrigeración.

LEED: Aunque no específicamente para viviendas pasivas, el sistema de certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) promueve la construcción sostenible, y las viviendas pasivas pueden alcanzar altas calificaciones bajo este sistema.

Minergie-P: Específico de Suiza, este estándar se centra en la eficiencia energética y el confort, siendo similar al Passivhaus pero adaptado a las condiciones climáticas y regulaciones suizas.

Estos estándares no solo validan el rendimiento energético de las viviendas pasivas, sino que también sirven como una garantía de calidad y confort para los propietarios, asegurando que sus hogares sean saludables, sostenibles y económicos de mantener a largo plazo.

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