Aislar una vivienda implica contar con un mayor control energético y confort, pero en ocasiones se recurre al aislante térmico casero que puede traer más problemas que beneficios. Para realizar un trabajo eficiente y que realmente cumpla los objetivos de este tipo de obra, desde Provaiser recomendamos contactar con empresas especializadas en aislamiento térmico para evitar problemas y accidentes. Por eso, a lo largo del artículo, hablaremos de los problemas del aislante térmico casero.
Los errores al apostar por el aislamiento térmico casero
Cuando un propietario decide usar sus propios conocimientos y la información disponible por internet para realizar el aislamiento de su vivienda piensa que se puede ahorrar un dinero fácilmente. Sin embargo, la realidad es muy diferente, al realizar estos proyectos sin un estudio previo y sin saber cuáles son los materiales más óptimos, se acaba creando una deficiencia aislante. Es decir, una persona inexperta no va a lograr alcanzar la eficiencia de un profesional. Estos son algunos de los errores más comunes que se suelen cometer:
Identificación de fugas térmicas
Antes de empezar este tipo de proyecto es necesario identificar los puentes térmicos que se encuentran en el lugar. Estos puntos de fuga pueden resultar muy obvios como, por ejemplo, los marcos de ventanas y puertas o mucho más sutiles. Para proceder a la correcta identificación de los mismos es necesario contar con los mecanismos y herramientas más adecuados para ello. Un profesional podrá realizar un estudio de termografía para poder identificar de manera adecuada los puentes térmicos de la vivienda y actuar en consecuencia.
Tipo de aislante a emplear
En el mercado aparecen una gran variedad de aislantes térmicos como celulosa, lana de vidrio o lana de roca entre otra gran variedad de productos. Cada uno de ellos se instala empleando una técnica diferente y es óptimo para diferentes lugares, no es lo mismo aislar una pared que un techo. Además, la estructura del lugar o el volumen necesario de cada material son otros factores relevantes para su colocación. La experiencia de los profesionales en su campo se convierte en el gran aliado para acertar en el tipo de aislamiento y la forma de instalación que necesita nuestra vivienda.
Equipamiento para la obra
Para realizar este tipo de trabajos suele ser necesario un equipamiento específico. Esto implica maquinaria especializada para lograr un trabajo de calidad que cuente con un buen acabado. Un particular no puede disponer de ello, ya que le resultaría demasiado costoso y en ocasiones difícil de manejar. Esto supone una mayor imprecisión a la hora de llevar a cabo la tarea. Los acabados serán más deficientes y el sellado del espacio no contará con la calidad adecuada para que nos acompañe durante muchos años.
Tiempo y limpieza
Este tipo de obras suelen resultar complejas si se busca un gran resultado. Esto implica la necesidad de tiempo para dedicarle a ellas y profesionalidad a la hora de dejar el espacio en perfectas condiciones y sin residuos de los aislantes. Un particular puede tener dificultades para lograr un correcto resultado del trabajo y la obra puede alargarse indefinidamente en el tiempo. Cuando se apuesta por una empresa profesional se cuenta con un presupuesto y un tiempo de ejecución fijado previamente para que nos evitemos sorpresas.
La garantía del resultado
Realizar este trabajo a título particular no ofrece ningún tipo de resultado de garantías. Por el contrario, los profesionales si ofrecen una garantía por su trabajo, ya que cuentan con los conocimientos y la formación para asegurar un trabajo de primera calidad.
El aislante térmico casero no supone una solución real y eficiente a la hora de proteger una vivienda. Para obtener un resultado de calidad que resulte efectivo y repercuta en el ahorro energético es necesario apostar por una empresa profesional. La experiencia y los conocimientos que nos aportan estos profesionales nos permitirá disfrutar del resultado final deseado.