Como hemos comentado en decenas de ocasiones, aislar una vivienda a nivel térmico exige emplear productos específicos aplicados por los profesionales que los conocemos. Cada espacio es único y puede requerir un tratamiento concreto para lograr el mejor resultado posible. Entre todos los que podemos encontrar, la pintura térmica es uno de los que más polémicas ha provocado con el paso de los años.
Características de la pintura térmica
La pintura térmica es un material sintético compuesto a base de pintura y determinados componentes que le confieren elasticidad y microesferas de cerámica o partículas de corcho. Su función es convertirse en un aislante térmico que permita reducir el consumo y aumentar la eficiencia de los sistemas de climatización de la vivienda. Esto es, rompe el puente térmico para neutralizar el movimiento del calor.
Para emplearla se aplican dos manos de pintura en la superficie a sellar con el objetivo de evitar el trasvase de calor por la misma. Esta es la teoría de este material pero, ¿resulta realmente efectivo?
Los mitos de la pintura térmica
En torno a la pintura con capacidad térmica se han creado muchos mitos y publicidad de dudosa reputación. Por ejemplo, se ha hablado varias veces de que es un componente empleado por la NASA en proyectos de nanotecnología para lograr un mayor efecto. Todo ello con la facilidad de aplicar una capa de pintura y dejar que las microesferas cerámicas hagan su función.
Otro de los mitos más frecuentes es indicar que en la composición de la pintura hay elementos de alta tecnología con los que es posible ahorrarse hasta un 40 % en la factura del aire acondicionado y que es posible disfrutar de un microclima con solo pintar la fachada.
Todo lo anterior es producto del marketing e incluso contradice el conocido como coeficiente de conductividad térmica lambda. Este se calcula en W por mK y tiene presente cuál es el rendimiento y el espesor del aislamiento utilizado en los muros (suele tratarse de corcho, celulosa, lana de roca, etcétera).
Si el calor se genera por convección (como ocurre con los radiadores) o por radiación (con un calentador eléctrico) lo que influye es la reflexión del calor y aquí sí incide el tipo de pintura que se use en la pared.
Todos estos datos pueden inducir a error o sobredimensionar la eficiencia real de este producto. La pintura térmica tiene un efecto aislante, pero muy limitado, solo a nivel térmico y depende mucho de su aplicación.
Propiedades reales de la pintura térmica
Este compuesto, como todos los aislantes, busca romper los puentes térmicos de la vivienda, es decir, impedir el movimiento del calor de fuera hacia dentro o a la inversa en la vivienda. Las dos principales propiedades que pretende lograr este material son la conducción y la radiación del calor.
Empecemos por la primera, la conducción es el efecto que produce el calor al moverse a través de un material. En el caso de esta pintura, se ve reducido por el uso de componentes sintéticos como la cerámica y el corcho.
En el caso de la radiación, tiene que ver con la capacidad de devolver el calor que choca contra la pared. Este principio es aplicado por la pintura, puesto que el calor rebota al llegar a ella.
Sin embargo, lo prioritario no es su capacidad para romper el puente térmico, sino su eficiencia. En este caso es bastante baja. Y aquí es dónde queríamos llegar: la pintura térmica no se puede comparar con otros materiales aislantes como la lana de roca, la celulosa o la lana de vidrio. No estamos hablando de que ofrezca unos resultados ligeramente inferiores al resto de materiales. Hablamos de que no se pueden ni comparar los datos. Esto implica que no logra grandes ahorros a nivel energético y, por supuesto, en ningún caso puede actuar como un aislante acústico y térmico por si mismo.
Otras aplicaciones para la pintura térmica
Igual que confirmamos que no es un buen aislante, la pintura térmica si está ligado a evitar la aparición de la condensación y del moho. Al atesorar un gran número de componentes plásticos y elásticos, la aplicación de esta pintura consigue inhibir la condensación en las paredes y, en consecuencia, la aparición del moho. De esta manera, se convierte en una herramienta complementaria interesante que puede convertirse en un buen protector frente a la aparición de moho y otros problemas similares.
La pintura térmica es eficaz en los siguientes casos:
- Para evitar la condensación por humedad al mantener el calor. Antes de su aplicación se recomienda lavar bien la pared para prevenir la aparición de manchas.
- Pintar la cubierta, el tejado, los muros y las paredes de una propiedad con el objetivo de mantener una temperatura más baja durante el verano. El calor recibido por el sol se disipa, lo que contribuye a que la parte interior sea más agradable.
- Pintar las paredes interiores para proteger del frío un negocio o vivienda.
Comparativa técnica: pintura térmica vs. aislantes térmicos
Es importante entender cómo la pintura térmica se compara con otros aislantes térmicos tradicionales, como la lana de roca, la celulosa o el poliestireno para ver los motivos que nos llevan a afirmar que la pintura térmica no es un buen aislante.
Material aislante | Conductividad térmica (W/mK) | Densidad (kg/m³) | Espesor recomendado (cm) | Resistencia al agua | Durabilidad (años) | Función acústica |
---|---|---|---|---|---|---|
Pintura térmica | 0.04 – 0.08 | 0.2 – 0.4 | 0.5 – 1 | Impermeable | 5 – 10 | Baja |
Lana de roca | 0.03 – 0.04 | 30 – 200 | 5 – 10 | No impermeable (hidrófuga) | 50 – 60 | Alta |
Celulosa | 0.04 – 0.045 | 30 – 70 | 10 – 20 | Hidrófoba | 20 – 30 | Media |
Poliestireno expandido (EPS) | 0.03 – 0.04 | 10 – 30 | 5 – 10 | Resistente al agua | 30 – 40 | Baja |
Lana de vidrio | 0.03 – 0.04 | 10 – 100 | 5 – 15 | No impermeable | 40 – 50 | Alta |
Datos técnicos explicados
- Conductividad térmica: La pintura térmica tiene una conductividad térmica moderadamente baja, pero aún así es mucho menos efectiva que materiales como la lana de roca o el poliestireno expandido. Esto se traduce en una menor capacidad para mantener el calor dentro del espacio, lo que implica que, por sí sola, no es tan eficaz como otros aislantes.
- Densidad: Con una densidad significativamente menor, la pintura térmica no ofrece la misma masa que otros aislantes, lo que impacta sobre su efectividad. Materiales más densos como la lana de roca y la lana de vidrio son más efectivos para detener la transferencia de calor y también tienen mejores propiedades acústicas.
- Espesor: La pintura térmica requiere un espesor mínimo, que es mucho menor que el de otros aislantes. Aunque esto puede parecer una ventaja, el espesor reducido también implica una limitación en su capacidad para bloquear el paso de calor, en comparación con los 5-10 cm de otros aislantes.
- Resistencia al agua: La pintura térmica es impermeable, lo que le permite resistir la humedad y evitar problemas de moho. Sin embargo, su capacidad de aislamiento térmico no es comparable con la de los materiales que combinan resistencia al agua y conductividad térmica muy baja, como el poliestireno expandido.
- Durabilidad: Con una vida útil estimada de entre 5 y 10 años, la pintura térmica es menos duradera en comparación con materiales como la lana de roca y la lana de vidrio, que pueden durar de 40 a 50 años.
- Función acústica: La pintura térmica no tiene un impacto significativo en la reducción del ruido, lo que la hace menos adecuada para proyectos que también requieren aislamiento acústico. Materiales como la lana de roca o la lana de vidrio ofrecen mejores prestaciones en este aspecto, ya que su estructura densa y fibrosa puede reducir tanto el ruido aéreo como el ruido de impacto.
Un aislante combinable para la máxima eficiencia
Las propiedades de esta pintura como aislante térmico son bajas. No obstante, pueden verse potenciadas si su uso se simultanea con un proceso realmente eficiente como el que ofrecemos en nuestra empresa de aislamiento térmico. Conviene llevarlo a cabo tanto en el interior como en el exterior de la vivienda para preservar su funcionalidad todo el año.
La pintura térmica no reemplaza de manera eficiente a un aislante de barrera física tradicional, pero sí lo puede llegar a complementar. No debemos dejarnos engañar por sus mitos y acudir siempre a un profesional para gestionar el aislamiento de la vivienda.