Estos últimos meses no hemos parado de oír noticias sobre las bombas de calor y su futuro como sistema de calefacción principal en los hogares. En la práctica, las bombas de calor son elementos que aprovechan los recursos naturales para ofrecer refrigeración y agua caliente a lo largo de todo el año reduciendo el consumo energético. Esta tecnología es un sustitutivo más eficiente y ecológico para las calderas de combustión y, por tanto, reduciendo el importe de la factura de la luz y el gas. Por eso, a lo largo de este artículo vamos a conocer más a fondo esta tecnología.
¿Qué son las bombas de calor?
Una bomba de calor es un aparato basado en los principios de la termodinámica que puede evacuar o transferir calor a una estancia para calentarla o enfriarla. Para ello emplea un líquido refrigerante que cambia de estado. Este dispositivo cuenta con cuatro elementos:
- Válvula de expansión: se trata de una llave de paso que regula el movimiento del líquido del condensador al evaporador.
- Evaporador: es el intercambiador del sistema. En él, dos fluidos entran en contacto directo o indirecto para que se traspase calor entre ellos.
- Compresor: encargado de aumentar la presión del refrigerante.
- Condensador: es el otro intercambiador, el fluido cede la energía al cambiar de gas a líquido.
¿Cómo funcionan?
Comprender el funcionamiento de estas bombas nos ayuda a entender su poder como sistema de refrigeración de una vivienda. Lo primero es comprender el sistema básico, el sistema toma energía de un ambiente y lo cede a otro en forma de calor.
Esto supone que puede usarse tanto en verano como invierno para regular la temperatura de la estancia. Durante la época estival absorberá la energía del interior soltando el calor en el exterior. Durante la invernal realizará el proceso contrario.
Para lograr este objetivo es fundamental el refrigerante. Cuando está bajo presión en estado líquido, es capaz de absorber el calor hasta que se transforma en gas. En ese punto se transfiere al otro intercambiador para volver al estado líquido al soltar la energía calorífica que contiene.
¿Qué tipos de bombas de calor existen?
Para llevar a cabo este proceso, la bomba puede obtener la energía de diferentes ambientes (aire, tierra o agua). Para funcionar en cada uno de ellos existen diferentes tipos como los siguientes.
Aire aire
Se trata del modelo más básico, la bomba toma la energía del aire exterior, este proceso se denomina aerotermia, y la cede al que circula por el interior de la estancia que se desea calentar. Es el proceso menos eficiente y el que consume más energía, pero también es el que requiere una menor inversión económica para su puesta en marcha.
Aire agua
La fuente sigue siendo el aire exterior, es decir, se alimenta por aerotermia, pero en esta ocasión la cede a un circuito de agua. Es la opción elegida para alimentar de calor a radiadores o suelos radiantes.
Agua agua
Estos modelos se nutren de la energía del agua, pueden obtenerla de una corriente o una bolsa subterránea. La transferencia se realiza hacia un circuito también de agua como los mencionados anteriormente.
Agua aire
Son el modelo inverso a las de aire agua. Toman la energía de una corriente o bolsa de agua y la transmiten al caudal de aire del espacio que se va a calentar.
Tierra agua/aire
Son las que se emplean para los sistemas de geotermia. La temperatura de la tierra es constante a partir de pequeñas profundidades, este sistema absorbe la energía de ella y la transfiere al circuito de agua o aire que circula por las tuberías.
Con tecnología inverter
Pueden ser de cualquier tipo de las ya mencionadas. La diferencia es que incorporan un microchip al compresor para controlar su velocidad de funcionamiento. Esto impide que trabaje a máxima capacidad, administrando mejor el consumo de energía y aumentando su vida útil.
Las bombas de calor son dispositivos eficientes y respetuosos con el entorno que permiten refrigerar una estancia. Existen varios tipos, aunque los más comunes para la instalación en hogares son las de aerotermia (aire agua), viviendas unifamiliares o geotermia (tierra agua) para su instalación en edificios debido a su alto coste.
Independientemente del sistema de funcionamiento de la bomba de calor, todas suponemos un complemento ideal al aislamiento térmico y contribuyen a mejorar y maximizar el confort en la vivieda. Si necesitas más información, recuerda que en Provaiser somos expertos en la instalación de celulosa insuflada, corcho proyectado y lana de vidrio. Por supuesto, estos sistemas son mucho más efectivos que otros como la pintura térmica, de la que ya hemos desmontado muchos mitos en el pasado.