Uno de los principales problemas que sufren muchos de nuestros clientes tiene que ver con pérdidas de temperatura asociada a los puentes térmicos que hay en la vivienda. Un puente térmico ocurre cuando los materiales que hay entre el interior de la vivienda y la fachada están instalados de tal forma que facilitan la transmisión de la temperatura desde el exterior al interior y viceversa, lo que provoca grandes pérdidas de energía diariamente.
En estos casos, los propietarios de las viviendas suelen buscar empresas especializadas en aislamientos proyectados en Valencia que puedan dar solución a sus problemas de puentes térmicos.
¿Por qué transmiten la temperatura?
Los puentes térmicos tienen una mayor facilidad para transmitir el calor que otras partes de la fachada de nuestro hogar. Esto se debe a que están elaborados de un material que puede ser más conductor, o bien porque están en contacto al mismo tiempo con el aire tanto en el interior como en el exterior de nuestra vivienda.
Por ejemplo, podemos tener ventanas de metal y un muro de ladrillo. El metal es mucho más conductor que el ladrillo, por lo que toda la superficie de hierro se convierte en un puente térmico por el que perderemos la temperatura conseguida en el interior de la vivienda. Este es sólo uno de los múltiples ejemplos de puentes térmicos que se pueden generar de manera habitual en un hogar y todos ellos nos hacen perder confort y dinero.
¿Dónde se encuentran los puentes térmicos?
Existen partes de la casa donde es más probable encontrar un puente térmico. Algunas de las más comunes son los marcos de las ventanas, especialmente si son de hierro o aluminio. También los cristales, en el caso de que sean muy finos. Además, los pilares de un muro que estén en contacto con el exterior del hogar, así como el suelo de la vivienda. En este caso, es importante que estén cerca de una fachada exterior desde donde pueda entrar calor o frío dependiendo del momento del año en el que nos encontremos.
Aunque es menos habitual, también debemos tomar en consideración los cajones de las persianas, la parte excavada de un muro para la colocación de un radiador, así como la unión de los tabiques interiores. En este sentido, las cámaras de aire también juegan un papel muy importante.
Los principales problemas que nos podemos encontrar
En líneas generales, podemos pensar que el tamaño de estos elementos es muy pequeño, en comparación con la superficie total de la vivienda. Sin embargo, su impacto en la habitabilidad es realmente elevado. En este sentido, debemos considerar los principales contratiempos:
- Cada uno de estos puentes está transmitiendo el calor de nuestro hogar hacia el exterior. Por esta razón, podemos llegar a perder entre un 5 y un 10 % del calor total de la casa. Esto puede provocar una subida en la factura de la electricidad en invierno, cuando encendemos la calefacción, ya que la temperatura media de la vivienda disminuirá. No será tan eficiente a nivel energético.
- Asimismo, estos elementos están mucho más fríos que los que tienen alrededor. La diferencia de temperatura puede llegar a provocar condensaciones que podrían crear humedades. Las consecuencias principales son malos olores, moho o problemas en la edificación. Además, una vez que aparecen las humedades, es muy complicado eliminarlas de la arquitectura.
Cómo detectar un puente térmico en casa
Los expertos, como los técnicos de Provaiser, contamos con diferentes mecanismos para detectar cuando aparecen puentes térmicos en nuestro hogar. En los cajones de persianas o las ventanas, basta con tocarlos cuando haga frío en el exterior. Si detectamos que estos elementos están fríos, estamos ante un puente térmico. Los forjados también se pueden ver desde fuera. En muchas ocasiones, el canto sale hasta fuera del edificio y marca las líneas de cada piso.
En el caso de que no sea así, o ante supuestos más complicados como los tabiques o pilares, deberemos recurrir a equipos técnicos como una termografía. Esta técnica es ideal, ya que nos permitirá conocer la temperatura de un elemento de nuestro hogar sin necesidad de tocarlo ni tener contacto físico. A través de la radiación infrarroja del espectro electromagnético, es posible obtener valores de temperatura gracias a una cámara térmica. Es importante contar con un experto para que pueda leer e interpretar los datos y valorar el resultado.
Gracias a su trabajo, podremos identificar los diferentes puentes térmicos que se encuentran en nuestra casa y buscar la solución adecuada. Es fundamental para evitar la fuga del calor de la vivienda, que pierde eficiencia energética. También para evitar posibles desperfectos en el mobiliario que nos crearán problemas en un futuro.
¿Cuáles son las mejores herramientas para detectar un puente térmico?
Detectar puentes térmicos de manera precisa es fundamental para mejorar el aislamiento de una vivienda. Como ya hemos comentado, una de las tecnologías más avanzadas es el uso de cámaras térmicas que utilizan la radiación infrarroja para medir la temperatura de las superficies. Estas cámaras permiten visualizar las diferencias de temperatura en una imagen de color, facilitando la identificación de áreas problemáticas. Imagina poder ver una imagen donde los puntos fríos se muestran en azul y los cálidos en rojo, dándote una visión clara de dónde se están perdiendo calor o ganando frío.
Además de las cámaras térmicas, las inspecciones de infrarrojos son otra gran herramienta. Estas inspecciones utilizan sensores infrarrojos avanzados para detectar la energía térmica emitida por las superficies. Los datos recogidos se analizan mediante software especializado, generando informes detallados sobre las condiciones térmicas de la vivienda. Esto es particularmente útil para diagnósticos complejos y para propiedades grandes o con problemas de aislamiento algo más graves.
Para grandes edificios o áreas de difícil acceso se utiliza la termografía aérea con drones equipados con cámaras térmicas. Los drones pueden volar sobre la estructura y sacar imágenes térmicas desde el aire para detectar todos los puentes térmicos fácilmente.
Aprende a eliminar un puente térmico tú mismo
Aunque en muchos casos es imprescindible contar con un equipo de expertos como los que puedes encontrar en Provaiser, lo cierto es que existen varias soluciones que puedes aplicar tú mismo para mejorar el aislamiento en zonas concretas. Una opción efectiva es el uso de burletes para puertas y ventanas. Estos son tiras de material flexible que se aplican en los bordes de puertas y ventanas para sellar las grietas y evitar la filtración de aire. Solo necesitas limpiar la superficie, medir y cortar la tira a la longitud adecuada, y pegarla firmemente. Esta sencilla acción puede reducir significativamente las corrientes de aire y mejorar el confort interior.
Otra solución eficaz es el aislamiento de cajones de persianas. Estos espacios pueden ser una fuente importante de pérdida de calor, pero puedes aislarlos fácilmente con paneles de poliestireno o espuma de poliuretano. Abre el cajón de la persiana, corta el material aislante a medida y fíjalo en el interior del cajón, asegurándote de cubrir todas las superficies para conseguir el mayor aislamiento posible. Te adelantamos que la solución no va a ser 100% efectiva, pero sí que reduce considerablemente la pérdida o entrada de temperatura desde el exterior.
Para grietas y huecos en paredes y techos, los selladores de silicona son una herramienta imprescindible. Limpia bien la grieta o el hueco, aplica el sellador con una pistola de calafateo, y suaviza la superficie con una espátula o con el dedo humedecido. Esta solución previene las filtraciones de aire y mejora el aislamiento de manera efectiva.
También puedes mejorar la eficiencia de tu sistema de calefacción colocando paneles reflectantes de aluminio detrás de los radiadores. Estos paneles reflejan el calor hacia el interior de la habitación en lugar de dejar que se pierda a través de las paredes. Solo necesitas medir el área detrás del radiador, cortar el panel a medida y fijarlo a la pared con cinta adhesiva de doble cara.
Finalmente, las cortinas térmicas y persianas aislantes son una solución sencilla y efectiva para mejorar el aislamiento de las ventanas. Coloca las cortinas o persianas según las instrucciones del fabricante y disfruta de un hogar más cálido en invierno y más fresco en verano. Estas soluciones de bricolaje no solo son fáciles de implementar, sino que también pueden marcar una gran diferencia en el confort y la eficiencia energética de tu hogar.