El aislamiento térmico para garajes es uno de los servicios que ofrecemos en Provaiser que más relevancia ha ganado en los últimos años. Al igual que ocurre en viviendas, apartamentos y locales comerciales, cada vez son más las personas que quieren disfrutar de esta mejora de confort una vez que se comprueban los inconvenientes de no contar con la infraestructura necesaria para su eficiencia. A continuación, vamos a hacer un repaso de las claves relativas a aislar los aparcamientos y garajes de los efectos de la temperatura, las humedades y el fuego.
¿Por qué instalar aislamiento térmico en los garajes?
En primer lugar, es importe saber que los garajes tienden a traspasar la temperatura (sobre todo, el frío) a las viviendas por debajo de las cuales han sido construidos. Asimismo, por sus puertas metálicas entran tanto el frío invernal como el calor veraniego. Por lo tanto, evitar grandes cambios en la temperatura de estas zonas es el principal objetivo de los aislamientos térmicos. Además, su aportación a la eficiencia energética supone un considerable ahorro en la factura de la electricidad.
Por otro lado, en los garajes es habitual la aparición de humedades. La buena conservación de sus paredes y pavimentos pasa por la instalación de aislantes que eviten los efectos de las filtraciones. Al tratarse de espacios que se encuentran bajo tierra, es mucho más fácil que se generen humedades permanentes si se filtra el agua de lluvia o hay una avería en el sistema de tuberías del edificio.
Finalmente, el aislamiento térmico también puede funcionar como un elemento fundamental de la seguridad pasiva frente al fuego. Se trata, a grandes rasgos, de retrasar, mediante los aislantes en techos y muros, el avance de las llamas dentro del parking. Esto no solo reduce los daños materiales de un posible incendio, si no que da un tiempo extra a los inquilinos para abandonar el inmueble con seguridad.
Las particularidades del aislamiento térmico para garajes
Las características distintivas del aislamiento de los garajes se relacionan con los materiales que se utilizan.
La celulosa
Este material destaca tanto por su equilibrada densidad de aplicación como por su baja conductividad térmica. Por consiguiente, resulta muy útil para la protección ante el frío en zonas oscuras y húmedas. Además, es capaz de eliminar los puentes térmicos con facilidad. Asimismo, no podemos olvidar que conserva un alto calor específico, lo que le proporciona un relevante desfase térmico. Esta cualidad implica que, en verano, tarda horas en llevar a cabo la transferencia del calor. Por lo que respecta a sus reacciones ante el fuego, se enmarca en la categoría de no inflamabilidad.
El mortero de lana de roca
Este material proviene de las rocas basálticas de origen volcánico. Cuando estas rocas son calentadas en unos hornos específicos a 1600 °C, generan unas fibras que facilitan la contención inmovilizada de aire en su interior. Por este motivo, se trata de un aislante térmico extraordinario.
El mortero de lana de roca también contiene aglomerantes hidráulicos y aditivos antipolvo. Además, soporta temperaturas de más de 1000 °C sin que se funda, lo cual conlleva una protección eficaz ante el fuego. De hecho, es incombustible incluso en superficies metálicas, como las que suelen tener las puertas de los garajes. En Provaiser utilizamos este material con frecuencia, ya que aísla y protege la zona completamente.
Supafil
Se trata de un material muy interesante, sobre todo para los techos de los garajes. Entre sus ventajas, podemos destacar que es duradero, ecológico y se instala con una gran facilidad. Su espesor puede alcanzar hasta los 20 cm.
Como decimos, se utiliza en el techo de los garajes porque es la zona que está en contacto con el resto del edificio, evitando que los ruidos y la temperatura del garaje lleguen hasta el resto de las viviendas.
¿Cómo se aplica el aislamiento térmico para garajes?
Para emplear los productos mencionados se deben seguir una serie de fases. Lo primero que hemos de considerar es la puesta en práctica de la técnica conocida como proyectado en húmedo. Como se deduce de esta denominación, consiste en mezclar los productos anteriores con agua:
- Se prepara la superficie que se va a aislar mediante la colocación de un adhesivo.
- Una vez ha sido humedecido el soporte aislante para que fragüe adecuadamente, se proyecta el material húmedo.
- Por último, se procede a retirar los restos de materiales que se hayan quedado despegados.
En definitiva, si queremos intalar un buen aislamiento térmico para garajes y evitar las temperaturas extremas, las humedades y los incendios, debemos emplear materiales de calidad, como la celulosa, el mortero de lana de roca y el supafil.